Origen de la brújula
Por Marco Hernandez
La brújula es un instrumento con una historia bien larga y llena de detalles interesantes. Lo primero que debemos saber es que este instrumento depende completamente de un fenómeno natural conocido como magnetismo el cual desde la antigüedad se le asoció con lo sobrenatural y no fue hasta el siglo XIX de nuestra era que se le dio una explicación científica.
La brújula: origen
Fue Tales de Mileto (siglo VI a.c.) el primero que reportó sobre el magnetismo al referirse sobre un mineral encontrado cerca de la ciudad de Magnesia, Asia Menor. En sus escritos habla de rocas que atraían el hierro y trocitos de hierro que a su vez atraían otros trocitos. Más adelante se descubrió que si un fragmento de hierro se frotaba con el mineral magnético (imán), quedaba magnetizado (imantado). El término español de imán procede de una palabra latina que significa “piedra dura”. Sin embargo, los griegos no encontraron utilidad para este fenómeno y lo adjudicaban a magia de los dioses.
La siguiente referencia acerca del magnetismo aparece en un manuscrito chino del siglo IV a. c. titulado Libro del amo del valle del diablo: «La magnetita atrae al hierro hacia sí o es atraída por éste». Luego, años después, aparece una mención en otro manifiesto chino sobre la atracción de una aguja: «La magnetita atrae a la aguja».
Pasarían 1000 años hasta que finalmente aparece la primera referencia histórica indiscutible sobre el desarrollo de una brujula: Un historiador llamado Shen Kua, escribe hacia 1086, sobre unos geomantes (adivinos) que magnetizaban una aguja y al instalarlas sobre un hilo de seda dicha aguja apuntaba hacia el sur (y otras veces al norte). Ya a partir de 1117 hay mas registros de como se usaban brújulas en navegación y para definir rutas de comercio. Los chinos usaban un trocito de caña conteniendo una aguja magnética que se hacía flotar sobre el agua, y así indicaba el rumbo. Pero este sistema rara vez funcionaba correctamente ya que necesitaba estar en aguas calmas.
Muchas de las antiguas brújulas chinas eran utilizadas en un ambiente de magia unida con ciencia y la protociencia. Por ejemplo: la brújula magnética es un instrumento fundamental en la geomancia y el feng shui; las brújulas chinas tradicionales para el feng shui en lugar de los puntos cardinales (N-E-S-W/Ó) suelen tener por marco los hexagramas binarios del I Ching, es decir tales brújulas chinas están en el centro del diagrama llamado Pa Kua y el punto cardinal que suelen utilizar de referencia es el Sur ya que para la tradición China el Norte era nefasto (por el frío se asociaba a la muerte) y por oposición el Sur era (como el Este) fasto o bienaventurado (de allí consideraban que venía el calor y con ello la vida). Por eso todas las brújulas chinas apuntan es al sur.
Paralelamente, en 1180, el sabio ingles Alexander Neckam (1157-1217) fue el primer europeo que hizo referencia a esa capacidad del magnetismo para señalar la dirección. El fenómeno del magnetismo se conocía (ya he comentado lo de Tales de Mileto) y se sabía desde hacía mucho tiempo que un elemento fino de hierro magnetizado señalaba hacia el norte, sin embargo no se le había dado una aplicación práctica. Hacia el siglo XII existían brújulas rudimentarias. En 1269, Pietro Peregrino de Maricourt, alquimista de la zona de Picardía (Francia), describió y dibujó en un documento, una brújula con aguja fija (todavía sin la rosa de los vientos). Acoto que hasta esos momentos la base de apoyo de las brújulas era agua, por lo tanto se puede decir que eran brújulas “húmedas”.
La brújula seca fue inventada en Europa alrededor del año 1300. Este artilugio consta de tres elementos: una aguja magnetizada, una caja con cubierta de vidrio y una carta náutica con la rosa de los vientos dibujada en una de sus caras. La carta se adhería en la aguja, que a su vez se encontraba sobre un eje de forma que podía rotar libremente. Como la brújula se ponía en línea con la quilla del barco y la carta giraba siempre que el barco cambiaba de dirección, el aparato indicaba en todo momento el rumbo que llevaba el barco. A pesar de que el sistema de agujas en cajas ya había sido descrito por el erudito francés Peter Peregrinus en 1269, fue el italiano Flavio Gioja, piloto marino originario de Amalfi, quien perfeccionó la brújula de navegación suspendiendo la aguja sobre la carta náutica, dándole al aparato su apariencia familiar. Ese modelo de brújula, con la aguja atada a una tarjeta rotatoria, también se describe en un comentario de la Divina Comedia de Dante (1380), y en otra fuente se habla de una brújula portátil en una caja (1318), soportando la noción de que la brújula seca era conocida en Europa por esa época. Dante la describió de la siguiente manera: “Los navegantes tienen una brújula que en el medio tiene enclavada con un perno, una ruedecilla de papel liviano que gira en torno de dicho perno; dicha ruedecilla tiene muchas puntas y una de ellas tiene pintada una estrella traspasada por una punta de aguja; cuando los navegantes desean ver dónde está la tramontana, marcan dicha punta con el imán.”
Ahora bien, ¿quien inventó la brújula? Obviamente que los chinos…pero ¿que tanto influyó la brújula china en la europea? ¿Porqué los árabes copiaron a los europeos y no a los chinos? ¿Es posible que los europeos hayan llegado al mismo descubrimiento que los chinos, sólo que estos lo hicieron unos años antes? Existen varios argumentos a favor o en contra de la teoría de que la brújula europea fue un invento independiente.
Argumentos a favor:
- La brújula de navegación europea apunta al norte, contrario a la brújula china que siempre apunta al sur.
- La brújula europea siempre ha tenido 16 divisiones básicas, no 24 como la china.
- La aparente imposibilidad de los árabes de servir como intermediarios entre oriente y occidente debido a la aparición más temprana de la brújula en Europa que en el mundo musulmán.
- El hecho de que la brújula europea evolucionó rápidamente de la aguja magnetizada (1190) a la brújula seca (alrededor de 1300) podría indicar que el anterior invento del artefacto de aguja y tazón fue hecho independientemente.
Argumentos en contra:
- La prioridad temporal de la brújula de navegación china (1117) comparada con la europea (1190).
- La forma común de las primeras brújulas europeas con una aguja flotando en un tazón de agua.
En el mundo árabe, la más temprana referencia al dispositivo se encuentra en «El libro tesaurus de los mercaderes», escrito en árabe por Baylak al-Kibjaki en El Cairo en 1282. Dado que el autor describe haber presenciado el uso de una brújula en un viaje en barco 40 años antes, algunos eruditos se inclinan a anteceder la posible fecha de aparición del objeto consecuentemente. También hay una mención musulmana a una brújula con forma de pez de hierro en un libro persa de 1232. Es claro que por su condición de navegantes y exploradores, los árabes se sintieron muy atraídos por este invento el cual utilizaron inmediatamente, y la hicieron conocer en todo Oriente.
En el siglo XIV apareció la “rosa de los vientos”, un disco con marcas de divisiones de grados y subdivisiones, que señalaba 32 direcciones celestes, y que fue la brújula marina que se utilizó hasta fines del siglo XIX. Su invención se le atribuye a Raimundo Lulio, un monje franciscano catalán. Hay una particularidad sobre la rosa de los vientos: Al principio no había un norte establecido. La rosa de los vientos de la carta náutica de 1504, del navegante portugués Pedro Reinel, es la primera rosa de los vientos conocida que representa claramente la flor de lis como símbolo del Norte. Esta práctica fue adoptada en otras cartas náuticas y ha sobrevivido hasta la actualidad.
En el siglo XIX, se logró un nuevo avance, cuando el físico inglés Sir William Thomson logró independizar a este instrumento, del movimiento del barco durante tempestades, y anuló los efectos de las construcciones del barco sobre la brújula magnética. Utilizó ocho hilos delgados de acero sujetos en la rosa de los vientos, en lugar de una aguja pesada. Y era llenada con aceite para disminuir las oscilaciones. Sir William tambien esconocido como Lord Kelvin y fue quien inventó la escala de grados Kelvin, la que tiene el 0 absoluto. También es famoso por haber calculado la edad de la tierra en función al gradiente geotérmico: 100 millones de años. Un notable error que por su fama se mantuvo como “correcto” durante años.
Ya en los comienzos del siglo XX aparece la brújula giroscópica o también llamada girocompás. Consiste en un giróscopo, cuyo rotor gira alrededor de un eje horizontal paralelo al eje de rotación de la tierra. A la brújula se le han agregado dispositivos que corrigen la desviación, la velocidad y el rumbo; y en los transatlánticos y buques suele estar conectado eléctricamente, a un piloto automático. Este girocompás señala el norte verdadero, mientras que la brújula magnética, justamente, señalaba el norte magnético.
Actualmente se ha masificado el uso del GPS para labores de campo, sin embargo mis colegas geológos deben recordar que no siempre se consiguen baterías en el campo y los GPS no funcionan bajo tierra. La brújula se mantiene como la herramienta preferida de navegantes y estudiosos de la tierra y se mantendrá asi por mucho tiempo.